Por regla general en este blog se suele hablar de empresas productoras de energía que tienen alguna mejora con respecto a las compañías tradicionales, bien sea medioambientalmente hablando, de eficiencia o de ahorro energético. Sin embargo, a veces nos olvidamos de que los aparatos eléctricos y los productos que utilizamos en casa también pueden influir notablemente en la factura de la luz.
Hace unos años hablábamos del cambio de las bombillas tradicionales a las bombillas de bajo consumo, luego aparecieron las bombillas LED que, por regla general, son más caras que las anteriormente citadas y tanto a las empresas como a los particulares les cuesta bastante hacer un cambio total a LED debido a esos costes. Sin embargo, alrededor de un 25% de la energía que se consume en un hogar, va destinada a la iluminación por lo que es de vital importancia empezar a ahorrar en este factor.
Bombillas
La iluminación LED dura mucho y consume poco, esa es básicamente su característica principal. Las bombillas LED tienen una duración aproximada de 70.000 horas, hasta 50 años de vida. Las bombillas de bajo consumo, por su parte, usan entre un 50% y un 80% menos de energía que las bombillas convencionales, pero producen la misma luz, por lo que serían una gran opción si no fuera porque contienen una pequeña porción de mercurio que las convierte en un residuo peligroso y contaminante. Ese dato es el principal que nos hace abogar por las led. El ahorro económico por bombilla es de unos 1,6 euros al mes, si contamos con, por ejemplo, 10 bombillas en casa, ahorraríamos unos 16 euros al mes en la factura si estas estuvieran encendidas durante unas 6 horas aproximadamente al día.
Insectos
Pero las bombillas no es en lo único en lo que podemos ver diferencias notables. Ahora que se acerca el calor, en muchos hogares están empezando a enchufar los típicos aparatos eléctricos repelentes de insectos como mosquitos, cucarachas, hormigas, etc. En teoría estos aparatos consumen muy poca energía pero cada granito de arena cuenta y no es lo mismo comprar una marca que otra.
Electrodomésticos y aparatos eléctricos
También podemos ahorrar con nuestros electrodomésticos. Obviamente casi nadie puede permitirse tirar a la basura o vender sus actuales electrodomésticos con el fin de comprar otros más eficientes pero sí está en nuestro poder comprar aquellos que aporten mayor ahorro energético a nuestro hogar cuando tengamos que tirar los viejos según se vayan estropeando. La etiqueta energética que debemos buscar en los electrodomésticos para obtener el mayor ahorro posible es la A+++.
Otras formas de ahorro en la factura de la luz:
- Lavar en frío o a 30 grados centígrados nos puede ahorrar un 80-90% de la electricidad que gastamos lavando con agua caliente.
- Tender en lugar de usar la secadora nos ahorra el 100% de ese gasto.
- El ventilador de techo gasta sólo el 10% de lo que gasta el aire acondicionado.
- Apagar las luces que no se necesiten, incluyendo el modo espera de los aparatos eléctricos del hogar, supone también un ahorro importante.