Era inevitable. En la actualidad, la palabra gestión esté delante de todo: el trabajo, la vida, la familia, la economía, las emociones…. Hay que llevar a cabo una buena gestión laboral, familiar, emocional, etc. Empresas como Kairos, expertos en software de gestión de los recursos humanos, han puesto en nuestro conocimiento la existencia de programas para la gestión energética. No podía ser de otra manera, si todo es gestionable, todo se gestiona y la energía, no iba a ser una excepción, máxime en estos momentos en los que resulta tan costosa, tanto para los particulares como para las empresas.
Antes de adentrarnos en todo lo relativo a los sistemas de gestión energética como tal, debemos entender lo que implica la gestión de la energía y porque es tan necesaria. Este tipo de gestión, se dirige principalmente a las empresas o edificios aunque a nivel particular, pueda ser igualmente útil. La gestión energética no es otra cosa que gestionar, influir y controlar el consumo de energía que realiza una empresa.
Mediante una buena gestión energética, es posible reducir el consumo de energía, por lo que es necesario trazar un mapa de los flujos de energía para adoptar las correspondientes medidas de ahorro. Esto es necesario porque el gasto energético es una de las principales partidas de gastos que tienen las empresas. Los costes que supone la energía consumida en las empresas van en segundo lugar, tras los que suponen la mano de obra y los materiales. Si tenemos en cuenta los cada vez más elevados precios de la energía, esa proporción va en aumento.
Gracias a los softwares o sistemas de gestión y supervisión de la energía, los usuarios, disponen de datos sobre sus patrones de consumo. En base a los mismos, pueden tomarse las medidas más acordes para efectuar une mejor gestión de la energía y maximizar el ahorro, minimizando los costes. Estos sistemas, utilizan los softwares de supervisión energética para la recolección de los datos, analizarlos y proporcionar al usuario una información útil, directamente en sus dispositivos.
Dicha información puede ser visualizada de diferentes formas ya que el programa, utiliza contadores o subcontadores que se sitúan en el edificio o lugar apropiado para llevar a cabo la recopilación derivada de cada suministro que puede ser electricidad, calefacción, agua o gas. De esta manera se obtiene una radiografía completa del verdadero uso de la energía. Los sistemas inteligentes, son capaces de detectas los fallos en tiempo real y proporcionas las medidas que pueden ayudar a resolver el problema. Además, pueden obtenerse los Indicadores Clave de Rendimiento, patrones relacionados con áreas concretas de consumo energético, intensidad de uso u otros indicadores.
En resumen, un programa de gestión energética, permite la implementación de un sistema de supervisión y optimización de la energía. Lo hace mediante la recopilación, el análisis y la comparación de los datos en tiempo real y genera todo tipo de informes para la consiguiente reducción de los costes y el consumo por parte de la empresa.
Un software que ofrece grandes beneficios
Como resulta evidente, disponer de un programa para gestionar la energía, no puede hacer más que beneficiar a la empresa o usuario. Una buena gestión energética permite hacer una reducción del consumo que conlleva una serie de beneficios de los cuales vamos a hablar a continuación.
En primer lugar, el ahorro de los costes energéticos supone un ahorro económico de gran relevancia. Los precios de la energía suben de manera constante y se han visto incrementados en gran medida, a razón de la guerra de Ucrania que se inició hace ya dos años. A consecuencia de esta realidad, las empresas están obteniendo menor rentabilidad pues la energía supone un gasto muy elevado. Con una buena gestión de la energía, es posible reducir el coste. Se estima que con un buen programa de gestión, pueden reducirse entre un diez y quince por ciento, aunque se han dado caso de alcanzar un treinta por cien, lo que puede suponer un gran ahorro.
Inevitablemente, la Unión Europea y su “Green Deal” hace que cada vez existan más y más leyes respecto al consumo energético. La normativa de consumo es cada vez más estricta y apunta a que se llegará a las restricciones, con la idea de combatir el incipiente cambio climático. En este sentido las medianas empresas, se enfrentan a más regulaciones y leyes que pueden relacionarse directamente con la gestión energética. Esta normativas, consisten en el requisito de auditoría EED; el Decreto de Actividades de Gestión Medioambiental; la escala de rendimiento de CO2 (para obtener la certificación correspondiente); y la obligatoriedad de proporcionar información relativa al ahorro energético.
Teniendo en cuenta todas esta normativas y leyes, aplicar una buena gestión energética va a facilitar a la empresa el correcto cumplimiento de la normativa y las posibles multas y sanciones derivadas de una mala gestión e incumplimiento.
Sin olvidar que, una buena y adecuada gestión energética, indica responsabilidad social por parte de la empresa. Al efectuar una reducción del consumo de energía, el planeta lo agradecerá. En la actualidad, muchos clientes consideran de gran importancia que la empresa sea respetuosa con el medioambiente. Los sistemas de gestión energética, contribuyen a esa reputación.
La obligatoriedad de implementar sistemas de gestión energética es obligatoria para muchas de las medianas empresas. Aquellas que cuentan en su plantilla con más de doscientos cincuenta empleados y tienen una facturación superior a los cincuenta millones de euros o un balance de cuarenta y tres, tienen la obligación de instalar estos sistemas.
Es la legislación europea la que obliga a estas empresas a realizar auditorías energéticas cada cuatro años, por lo que contar con un sistema de gestión ayuda en su preparación y la posterior aplicación de medidas de ahorro.
Sistemas de gestión energética y normas ISO
Teniendo claro el objetivo principal de la aplicación de estos sistemas de gestión, toca saber que consisten con mayor detalle. En resumidas cuentas, se trata de una combinación de software y hardware que permite ejecutar esa gestión. Generalmente, los sistemas de gestión pueden leerse desde un punto central como puede ser un panel de control online.
El hardware de estos sistemas, suelen consistir en una serie de sensores y puentes que permiten que los algoritmos del software procesen todos los datos y la información recabada para proporcionar al usuario las correspondientes medidas de ahorro.
Inevitablemente, la gestión energética, va ligada a la norma ISO 50001. Esta norma es internacional para este tipo de sistemas de gestión y todas las empresas que utilizan sistemas de gestión de energía adecuados y que permiten trabajar en la eficiencia energética, hacen que la empresa cumpla con la norma.
Muchos países gestionan la energía con programas que no emiten certificados por si mismos, por lo que hay que contratar a una empresa externa autorizada para que los emita. En este caso, las empresas contratadas, visitarán a la empresa contratante para corroborar que cumple con todos los requisitos legales correspondientes. Si el sistema de gestión energética que posee una empresa se centra en la mejora continua de la gestión de la energía y se cumplen todos esos requisitos, se le otorgará el certificado sin problema.
Los diferentes software que puede adquirir una empresa, tienen costes que varían en función del tamaño de la misma y pueden conllevar importantes costes de implementación. Aunque existen soluciones que ofrecen suscripciones anuales para tener acceso a sistemas de gestión completos que minimizan esos costes.
Los mejores sistemas, ofrecen un servicio integral que pone al servicio de la empresa todo el software, el hardware y asesoramiento personalizado. Los sensores inalámbricos más potentes, son capaces de hacer mediciones del consumo energético cada treinta segundos y enviar los datos a través de un puente, directamente al software. A continuación, los algoritmos analizan todos esos datos y las consiguientes medidas de ahorro. Esta potente herramienta unida a un asesoramiento personalizado, ayuda a implementar las medidas y llevar a cabo un exhaustivo seguimiento del ahorro.
Las posibilidades que debe ofrecer un buen sistema de gestión energética deben ser:
- Supervisión de los flujos de energía.
- Creación de un balance energético.
- Exportación manual de los datos.
- Integración de los datos emitidos por los sensores en la plataforma.
- Prevenir el consumo exagerado de energía mediante la creación y establecimiento de alertas.
Los sistemas más completos, ofrecen además servicios de consultoría energética que añade los siguientes aspectos:
- Proporciona consejos de ahorro concretos orientados a la acción concreta.
- Proporciona un análisis energético completo.
- Facilita proveedores adecuados.
- Proporciona un descuento en las inversiones de ahorro.
- Sigue el proceso de las medidas de ahorro implementadas.
El mercado ofrece diversos modelos de gestión y sus correspondientes sistemas para llevarla a cabo. En función de las necesidades de cada empresa, podrá elegir el sistema de gestión que más le convenga. Parece algo inevitable que cada vez, haya que tener más cuidado con lo que se consume a nivel energético y, la implementación de este tipo de sistemas de gestión energética informatizados, es la mejor solución para allanar el terreno. Dado que no se trata de una mera elección y es una obligación, lo más prudente, es contar con un buen software de gestión energética en cada empresa.