Llegar a tener éxito, empresarialmente hablando, no siempre es una tarea fácil, puesto que más allá de tener una gran idea, la realidad es que hay que poner sobre la mesa cientos de horas de dedicación y esfuerzo. Del mismo modo, los comienzos de las compañías nunca han sido fáciles para nadie y es que desde el minuto cero debemos de comenzar a ganarnos a nuestros clientes, a nuestros proveedores y a los consumidores para que estos nos den una oportunidad que podamos aprovechar y, con ello, conseguir ir creciendo poco a poco. Tampoco el dinero es algo que sobre en los primeros compases de las compañías y siempre miramos con lupa todas aquellas partidas que destinamos. Pero más allá de todo esto, si hay algo que debemos de tener claro es que ninguna empresa, o prácticamente ninguna, sale adelante en solitario y es que los mejores empresarios siempre cuentan con la ayuda de expertos profesionales que, en muchos casos desde la sombra, dirigen o aconsejan los pasos que se han de dar para que todo fluya y la compañía siga dando pasos sobre tierra firme para que sus socios logren el tan ansiado éxito empresarial.
Un asesor para una empresa es una persona que se encarga de dar su punto de vista sobre la situación y que pasos se han de tomar y es que en muchas ocasiones este tipo de cargos, que habitualmente son independientes al consejo de administración, se fichan por dos motivos diferentes. En primer lugar, podemos fichar a un asesor por su nombre y su agenda y es que, en el sector empresarial, como en la mayoría de los sectores que mueven la sociedad, los contactos son prácticamente fundamentales para que una empresa logre crecer, dado que gracias a ellos se pueden conseguir contratos, enterarse antes de tiempo de lo que va a suceder y, por tanto, estar previstos y dispuestos cuando suceda, etc. Un buen ejemplo de esto que os estamos comentando lo encontramos en la compañía Enagás, la cual viene de fichar de forma reciente a José Blanco, José Montilla y Cristóbal José Gallego y ha justificado la incorporación de estos tres nombres al valor añadido que aportan a la empresa, un valor añadido que, dados los nombres de las personas, se podría traducir por la agenda de contactos que tienen.
Por otra banda, el otro motivo del que os hablábamos es que fichemos a un asesor por su experiencia en el sector al que nos dediquemos y es que en muchas ocasiones aunque conozcamos de primera mano lo que ocurre a nuestro alrededor, lo cierto es que no hay nada mejor que contar con un experto en la materia que sea imparcial e independiente a nuestra compañía para que nos arroje algo de luz sobre nuestro futuro y los pasos que debemos de dar. En este sentido, si vosotros estáis pensando en incorporar a una persona de este perfil en vuestra compañía, nosotros os recomendamos que os pongáis en manos de Action Project, dado que ellos cuentan con una gran experiencia en la profesionalización de empresas, desarrollo directivo y gestión de proyectos empresariales, por lo que, sin duda alguna, os vendrá de lujo para seguir progresando día a día.
Sin embargo, cabe destacar que no por tener una idea de éxito se consigue la excelencia empresarial y es que tan solo basta con ver a uno de los empresarios más ilustres de España, Amancio Ortega, quien empezó vendiendo batas en una esquina de una calle de A Coruña y hoy, tras muchos años de esfuerzo y dedicación, ha conseguido montar un importante imperio textil. Otro de estos ejemplos que os mencionamos lo podemos encontrar en el creador de la Coca-Cola, quien en su primer año de comercialización tan solo pudo vender 25 botellas de su producto, en cambio, en la actualidad, es una de las compañías que más vende en todo el mundo.
Las virtudes de un asesor
Cuando empezamos un negocio nuevo lo hacemos llenos de ilusión y de confianza en que todo nos va a salir bien, sin embargo, debemos de ser conscientes de que no siempre esto es así. Por ello, un buen asesor no nos adulará, sino que nos pondrá los pies en el suelo y nos hará ver la realidad de la empresa y de las decisiones que tomamos, puesto que solo de esta forma seremos conscientes de lo que realmente estamos haciendo y, por tanto, de lo que debemos de hacer para mejorar como empresarios y como compañía.