El proceso de reducción del efecto invernadero en nuestro planeta se halla inmerso en un proceso de «descarbonización» del medio ambiente, en cuyo centro estratégico se encuentra la transformación energética. Y, para ello, el gobierno español ha aprobado el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), que fija el año 2030 como límite para alcanzar los objetivos propuestos, entre los que la electrificación del parque de vehículos tiene un papel importante. Pero para poner en marcha los vehículos eléctricos necesitamos disponer de puntos de recarga energética de estos, a la vez que fijar un marco normativo que los regule. Para ello se ha aprobado el Real Decreto 184/2022, de 8 de marzo, por el que se regula la actividad de prestación de servicios de recarga energética de vehículos eléctricos, el cual en su artículo 4 fija los principios generales del servicio de recarga energética, que son:
1. El servicio de recarga energética tiene como función principal la entrega de energía a título gratuito u oneroso a través de servicios de carga de vehículos eléctricos en unas condiciones que permitan la carga de forma eficiente y a mínimo coste para el propio usuario y para el sistema eléctrico.
2. El servicio de recarga energética puede ser prestado por cualquier consumidor, debiendo cumplir para ello los preceptos establecidos en este real decreto.
3. La prestación de servicios de recarga en una o varias ubicaciones puede realizarse directamente o a través de un tercero, de manera agregada por un titular o por varios titulares a través de acuerdos de interoperabilidad.
4. Las empresas proveedoras de servicios para la movilidad eléctrica desarrollarán su actividad en condiciones de mercado justas y no discriminatorias. Los operadores de puntos de recarga no concederán trato preferente a las mismas mediante la aplicación de una diferencia de precios no justificada que pueda obstaculizar la competencia y, en última instancia, dar lugar a precios más elevados para los consumidores o cualquier otra práctica que suponga un trato preferente indebido.
5. El prestador de servicios de recarga energética de vehículos a través de puntos de recarga de acceso público debe garantizar que los precios cobrados sean razonables, fácil y claramente comparables, transparentes y no discriminatorios. Sin perjuicio de lo anterior, se podrán aplicar descuentos, ofertas especiales y promociones a los usuarios de los servicios de recarga, siempre que estos no contravengan los principios mencionados en el párrafo anterior, en especial la garantía de trato no discriminatorio en relación con los precios cobrados.
6. El gestor de redes de distribución debe cooperar sobre una base de no discriminación con el prestador de servicios de recarga energética de vehículos en puntos de recarga de acceso al público.
7. El servicio de recarga debe ser prestado en unas condiciones tales que se garantice la accesibilidad universal de las infraestructuras de puntos de recarga de vehículos eléctricos de acceso público, de conformidad con lo establecido en el artículo 2.k) del Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre.
Así mismo el artículo 5 establece las distintas modalidades de prestación del servicio de recarga energética, que son:
a) Mediante recarga puntual por el operador del punto de recarga, cuando no exista un contrato previo celebrado entre el operador del punto de recarga y el usuario del vehículo eléctrico con anterioridad a la efectiva prestación del servicio. Esta modalidad de contratación podrá incluir métodos de pago tanto físicos como electrónicos y deberá salvaguardar el carácter puntual de la recarga asociada a esta modalidad de contratación.
b) Mediante la celebración de un contrato entre el operador del punto de recarga y el usuario del vehículo eléctrico, existente con anterioridad a la efectiva entrega de la energía.
c) A través de una empresa proveedora de servicios para la movilidad eléctrica. En este caso, el operador del punto de recarga debe contar con un acuerdo de interoperabilidad suscrito con una empresa proveedora de servicios para la movilidad eléctrica.
¿Qué diferencia al motor eléctrico del de combustión?
El motor eléctrico a diferencia de un motor de combustión no precisa de lubricación, líquido refrigerante, filtros de aire o de combustible, por lo que su necesidad de mantenimiento es muy escasa. Los puntos básicos a revisar son la batería, el motor y el freno regenerativo, el sistema regulador de corriente, el inversor/rectificador y el transformador. El mayor mantenimiento que pueden llegar a necesitar estos vehículos tiene que ver con la caja de cambios. La nota positiva es que su uso y funcionamiento no suele dar problemas y, en caso de tenerlos, es muy fácil y rápido cambiarlos gracias al trabajo de empresas como por ejemplo Mober.